En 2009 Foursquare nació como una innovadora plataforma social donde la gente podía compartir con el mundo su ubicación, los lugares que frecuenta, recomendar y conectar con amigos. A pesar del grave problema de seguridad que esto pudiera representar, Foursquare se volvió un éxito y la aplicación contaba con millones de consumidores compartiendo su día a día.

Pero en 2014 la gente de Foursquare se dio cuenta que había partes poco rentables en su plataforma y que la más provechosa para sus fines económicos era la de recomendar lugares a dónde ir. Es por ello que decidieron dividirla en dos apps y ahí nace Swarm. Desde entonces, Foursquare se olvidó del check-in y se dedicó a ser un producto más en un medio plagado de apps y sitios para recomendar lugares como Yelp o TripAdvisor. Mientras tanto, Swarm de encargaría de los check-ins, la nada redituable parte de Foursquare.

Swarm: la app que a nadie interesó
El rechazo del consumidor no se hizo esperar y de inmediato millones de personas a nivel mundial se quejaron de la estrategia de la empresa, alegando que tener dos apps es innecesario. Ignorando por completo a sus clientes, Foursquare siguió adelante con su estrategia y ahora presenta su nueva versión para móviles, el Foursquare 8.
A pesar de las benévolas revisiones de sitios como Mashable y The Verge, el rechazo del consumidor es claro y sigue presente. Tan sólo basta con entrar al AppStore de iOS y ver las pobres calificaciones de ambas apps, los comentarios negativos e incluso, la nueva app de Foursquare ni siquiera figura entre las 150 apps más descargadas.

El consumidor ha hablado. Ahora es turno de ver el camino que tomará Foursquare para recuperar a sus clientes.